"Durante los siglos XVI y XVII, Europa vive continuos conflictos a causa de la religión, estando profundamente dividida. La mayoría del territorio es católico, destacando los reinos de España, Francia, Nápoles y Polonia. A éstos se suman Irlanda, Bohemia, Austria, Hungría, Venecia y, por supuesto, los Estados Pontificios. Los seguidores de Lutero se asientan principalmente en el norte de Europa, ocupando buena parte de Alemania, Prusia y parte de los Estados Bálticos. Son también luteranos el reino de Suecia y el de Dinamarca y Noruega. Los partidarios de Calvino están menos extendidos. Ocupan principalmente Suiza, los Países Bajos y Escocia, además de dos extensas regiones en Europa Central. El enfrentamiento entre el rey inglés Enrique VIII y el papa Clemente VII hace que Inglaterra se separe de la obediencia al Vaticano, dando origen a la religión anglicana. El este y sur de Europa están ocupados por poblaciones de religión ortodoxa".
FUENTE: arteHistoria.